sábado, 2 de junio de 2007

Entre visillos, Carmen Martín Gaite.

Tras la Guerra Civil muchos de los novelistas que habían comenzado unos años antes sus carreras salieron al exilio. Allí continuaron su carrera literaria, pero sus obras no llegaron a España hasta muchos años después, de modo que no pudieron servir de apoyo a los nuevos escritores que surgían en esos años. Los que se quedaron, llevados por las circunstancias políticas, escriben obras en las que, en la mayoría de los casos, no se hace ninguna mención de la guerra o la posguerra. Son obras que tienden al escapismo, adscritas a un realismo crudo al que se dio el nombre de “tremendismo”, y en las que se intuye cierta crítica social.

Con este panorama comienzan a escribir los autores que se han clasificado tradicionalmente como “Generación del medio siglo”. La mayoría de ellos tienen estudios universitarios y manifiestan una gran preocupación social. Se dan a conocer al gran público gracias a los premios literarios, sobre todo al Nadal. Casi todos comienzan sus andaduras literarias cultivando el relato breve. Y, tanto en esas primeras composiciones, como en las posteriores predomina la objetividad: realizan verdaderos retratos de lo que les rodea. Para ello recrean el habla coloquial; hacen aparecer en sus obras a personajes marginales, dedicados a oficios pobres (fábricas, minas, pesca…) o delincuentes; ambientan muchas de sus obras en el mundo rural; utilizan técnicas impresionistas; retratan el éxodo rural… En muchas ocasiones la historia es lo de menos, lo que realmente interesa es mostrar un retrato de la sociedad del momento. De ahí que a este tipo de novelas se le llame “novela objetivista”.

Entre visillos de Carmen Martín Gaite, publicado en 1957, es un ejemplo claro de este tipo de novelas. Refleja la vida de un grupo de chicas de una ciudad de provincias. La trama, la llegada de Pablo Klein, un atractivo profesor de alemán, y lo que ocurre a su alrededor, no es más que la excusa para mostrarnos la opresión que la sociedad provinciana ejerce sobre sus habitantes que ven la vida pasar a través de los visillos de sus ventanas sin tener la valentía de hacer nada.

El conformismo, el aburrimiento, la falta de imaginación, la desilusión… son características comunes a todas las chicas: Julia mantiene una relación a distancia con un chico que estudia cine en Madrid y al que no puede ir a visitar porque “estaría mal visto”, vive dejándose llevar por la conducta que le impone su tía y por lo que su novio desea de ella. Mercedes es su hermana, enamorada de Federico, un pretendiente de Julia, en lugar de hablarle directamente de sus sentimientos, se acerca a él con el pretexto de ayudarle en la conquista de su hermana. Elvira parece, a simple vista, la más lanzada y decidida de todas, sin embargo, el luto por la muerte de su padre y su falta de decisión, la condenarán a un matrimonio con un hombre al que no quiere, pero al que es capaz de dominar, en lugar de una vida más sincera junto al hombre del que está enamorada, Pablo Klein. Gertru, con tan sólo 17 años prepara su boda con un piloto de aviones. Sabe que el matrimonio no le traerá la felicidad, la privará de poder continuar estudiando en el instituto y de la compañía de Natalia. Natalia calla y no cuenta a su amiga que su novio está con otras chicas, ella sí continúa sus estudios en el instituto, enamorada de Pablo Klein, da la impresión de ser la única capaz de ser un día la que se lance a vivir su vida en lugar de verla pasar.

Es indudable el valor que esta novela tiene dentro de la historia de la literatura española, pero, al leerla uno se da cuenta de que no es solamente eso, un titulo de los que te aprendes cuando estudias literatura en el instituto; sino que se trata de una apasionante novela que te atrapa desde el primer momento, a pesar de que apenas pasa nada, apenas hay acción en ella. Pero la descripción de la cotidianidad, el objetivo retrato social, de unos personajes tan normales, te emocionan.

Carmen Martín Gaite ha sido y es una de las escritoras de mas éxito de los últimos años dentro y fuera de nuestras fronteras. Nació en Salamanca el 8 de diciembre de 1925. Escribió cuentos, obras de teatro, novelas, ensayos. Gracias a la calidad de su literatura, fue la primera mujer a la que se le concede el Premio Nacional de las Letras. Pero este no es el único premio en su haber, fue una de las personas más, y mejor, premiadas del mundo de la literatura; obtuvo el Príncipe de Asturias en 1988 compartido con el poeta gallego José Ángel Valente [1929-2000], el Premio Acebo de Honor en 1988 como reconocimiento a toda su obra, el Premio Castilla y León de las Letras en 1992, Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes en 1997, Pluma de Plata del Círculo de la Escritura otorgada en junio de 1999 , con su ensayo Usos amorosos de la posguerra española recibió en 1987 el Premio Anagrama de Ensayo y el Libro de Oro de los libreros españoles. En 2000 se le diagnostica un cáncer que cerca de mes y medio después acabará con su vida el 23 de julio en una clínica de Madrid.

2 comentarios:

Linda dijo...

Justo realizo mi tesis de Licenciatura sobre esta novela y me puede fascinar. Gracias por brindar a tus lectores la develación de un poco de la narración del texto.

Anónimo dijo...

me encuentro en la universidad y comence a leer el libro.. me esta gustando y empece a investigar mas de esta autora.. me agrada la trama