martes, 4 de marzo de 2008

Las reglas del juego de Gioconda Belli

Los mocos me han invadido: no me dejan oír, no me dejan ver, no me dejan pensar con claridad... y han transformado mi aterciopelada voz de pito en el carraspeo del Teniente Colombo. Así que, muy elegantemente, he tenido que excusarme ante mis compañeros y salir del trabajo en dirección al sofá de mi casa. En plena huida estaba, cuando he encendido la radio del coche y he escuchado a Francino decir "Gioconda", como mis oídos no están en su mejor momento, he subido el volumen, y, en ese momento, una señora con acento hispanoamericano hablaba de una novela que ha escrito y que pronto aparecerá en nuestras librerías: El infinito en la palma de la mano.

¡No puede ser! ¿Es ella? ¡Sí! ¡¡¡Pero si es Gioconda Belli!!! Nunca antes había escuchado su voz, a pesar de ser una de mis poetas favoritas. De hecho, no toda su producción poética y novelística está publicada en España. A pesar de que se trate de una de las mujeres qué más ha hecho por la reivindicación de lo femenino no sólo en su país, Nicaragua, sino en todos los países hispanoamericanos. Ella fue una de las primeras en convertir en materia poética el mundo femenino, dedicando poemas a la maternidad, al placer sexual de la mujer o a la menstruación.

Así que, emocionada y con lágrimas en los ojos (aunque sean consecuencia de los mocos que purulan por mi interior), en lugar de enrollarme en la manta y tumbarme en el sofá, me he colocado frente al ordenador con la intención de que compartáis conmigo el placer de leer a Gioconda. Aquí os dejo con uno de sus poemas, no me parece el mejor, pero sí una buena declaración de principios.

REGLAS DEL JUEGO PARA LOS HOMBRES QUE QUIERAN AMAR A MUJERES MUJERES

I

El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer lo que anida en mí,
la golondrina transparente de la ternura.

II

El hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como un trofeo de caza,
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
conque yo estaré al lado suyo.

III

El amor del hombre que me ame
será fuerte como los árboles de ceibo,
protector y seguro como ellos,
limpio como una mañana de diciembre.

IV

El hombre que me ame
no dudará de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo,
respetará la tristeza, el silencio
y con caricias tocará mi vientre como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi cuerpo.

V

El hombre que me ame
podrá encontrar en mí
la hamaca donde descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones,
la amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.

VI

El hombre que me ame
hará poesía con su vida,
construyendo cada día
con la mirada puesta en el futuro.

VII

Por sobre todas las cosas,
el hombre que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje con acciones
y dar la vida si es necesario.

VIII

El hombre que me ame
reconocerá mi rostro en la trinchera
rodilla en tierra me amará
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.

IX

El amor de mi hombre
no conocerá el miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento
en una plaza llena de multitudes.
Podrá gritar -te quiero-
o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho a sentir
el más hermoso y humano de los sentimientos.

X

El amor de mi hombre
no le huirá a las cocinas,
ni a los pañales del hijo,
será como un viento fresco
llevándose entre nubes de sueño y de pasado,
las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron separados
como seres de distinta estatura.

XI

El amor de mi hombre
no querrá rotularme y etiquetarme,
me dará aire, espacio,
alimento para crecer y ser mejor,
como una Revolución
que hace de cada día
el comienzo de una nueva victoria.

Os aseguro que sí hay hombres que cumplen estas reglas... yo conozco a uno.

5 comentarios:

Serendipya dijo...

Sencillamente precioso...

¿No es de los mejores?

Tendré que investigar acerca de esta mujer...

Sabe usar las palabras... sabe jugar con ellas...

Es de erizar la piel...

Pinayara dijo...

En España apenas hay poemarios suyos publicados, yo tengo en casa "El ojo de la mujer", que es en el que está este poema. Te lo llevo el sábado para que le eches un vistazo esta semana. A mí me gusta mucho una novela suya que se llama "La mujer habitada", y que debo haber perdido porque no la encuentro por ningún sitio, y en la estantería tengo, pendiente de lectura, una novela histórica sobre Juana la Loca que escribió hace unos 4 años.
Me alegra que te guste Gioconda Belli. Son muy pocas las mujeres que escriben como mujeres y no como seres asexuados o imitando a los hombres.

Serendipya dijo...

La verdad es que es una pena, porque tiene varios libros publicados en diversos idiomas, y lamentablemente el español no es uno de ellos...

Les he enviado un mail para ver si nos pueden dar algo de información al respecto... crucemos los dedos¡¡

Besos¡

Serendipya dijo...

jajaja impresionante...
Me han respondido con un escueto mail...

El Corte Inglés

No han puesto nada más...

En fin... Si este finde consigo andar con normalidad quizá me escape a dar una vuelta por la sección de librerías...


Besos¡

Pinayara dijo...

Hola.
¿Qué te pasa? ¿Por qué no puedes andar? Ya me contarás en que peripecia te has quedado coja.
El sábado te llevé el libro, lo he dejado a la vista para llevártelo a la vuelta de vacaciones. Me extrañó no verte, pero ahora entiendo por qué no fuiste.
Sigue investigando y me cuentas.
Un beso.