Sí, lo reconozco. Soy una friki: me encanta el Festival de Eurovisión. Soy de las que se quedan en casa y disfruta viendo en la tele las canciones más horteras, los luminosos trajes, las estravagantes puestas en escena, los escenarios multicolores... Disfruto con esas letras ridículas en lenguas que no comprendo, con esos presentadores sacados de las revistas de moda, y, sobre todo, con los "poins". Debo reconocer, sin embargo, que desde la marcha de Uribarri, Eurovisión ya no es lo que era, ahora tenemos que imaginar los politiqueos por los que no nos vota éste o aquél país, ya no tenemos a nadie que nos lo explique de forma clara y que nos haga ponernos de los nervios cuando Inglaterra no nos da "poins" o superalegres cuando Portugal nos da 12 "poins".
Este año volveré a sentarme frente al televisor para ver el Festival. Y lo haré con el orgullo de saber que por fin estamos a la altura de tal evento. Por fin vamos a mandar una canción ridícula. Por fin tenemos verdaderas posibilidades de ganar. Por fin dejaremos de hablar del "La La La" de Massiel y llevaremos a la categoría de héroe nacional al valiente que consiga el título. ¡Ya era hora! Y todo gracias al afán democratizador de RTVE, que éste año ha permitido que todo el que quisiera pudiera presentar, a través de Internet, su canción a la preselección del candidato que representará a España en el Festival.
Si echáis un vistazo a la página oficial del concurso en España, os daréis cuenta de la cantidad de personas que han presentado sus canciones. De entre ellas, los internautas han escogido a 5, que junto con los 5 que tenga a bien la Organización, participarán en una gala televisada de la que, finalmente, saldrá el representante español. Es decir, que lo más probable es que ninguna de las 2 canciones que han quedado en las primeras posiciones tras la votación en Internet, llegue a ser la que nos represente en Polonia. Y sería una lástima, la verdad, juzgarlo vosotros mismos:
Primer puesto: Los nietos de Antonio tienen que estar muy orgullosos de su abuelo.
Este año volveré a sentarme frente al televisor para ver el Festival. Y lo haré con el orgullo de saber que por fin estamos a la altura de tal evento. Por fin vamos a mandar una canción ridícula. Por fin tenemos verdaderas posibilidades de ganar. Por fin dejaremos de hablar del "La La La" de Massiel y llevaremos a la categoría de héroe nacional al valiente que consiga el título. ¡Ya era hora! Y todo gracias al afán democratizador de RTVE, que éste año ha permitido que todo el que quisiera pudiera presentar, a través de Internet, su canción a la preselección del candidato que representará a España en el Festival.
Si echáis un vistazo a la página oficial del concurso en España, os daréis cuenta de la cantidad de personas que han presentado sus canciones. De entre ellas, los internautas han escogido a 5, que junto con los 5 que tenga a bien la Organización, participarán en una gala televisada de la que, finalmente, saldrá el representante español. Es decir, que lo más probable es que ninguna de las 2 canciones que han quedado en las primeras posiciones tras la votación en Internet, llegue a ser la que nos represente en Polonia. Y sería una lástima, la verdad, juzgarlo vosotros mismos:
Primer puesto: Los nietos de Antonio tienen que estar muy orgullosos de su abuelo.
1 comentario:
Es verdad que existen todaví demasiados frekes que les gusta Eurovision, y por suerte no me encuentro entre ellos, aunque conozco a demasiada gente que sí. Un saludo a todos los frekes de Eurovision.
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